martes, 23 de junio de 2015

El día que la momia me cautivó

Por: Abraham Torres

Ya no recordaba el olor a muerte. El olor a muerto. La última vez que estuve expuesto a cadáveres fue hacia el 2006. Cubría narcotráfico para un diario fronterizo de México.

Esto es distinto. Parece una obra de arte mal lograda. Cada una de sus partes son dignas de admirarse.

No tiene nombre. Ni creo que tenga. Solo de una cosa estoy seguro. Es un hombre con una edad biológica de entre 52 y 71 años. Dicen que tenía alrededor de 3o años cuando falleció.

¿Que cómo lo conocí? En un anfiteatro. He de admitir que no supe qué hacer cuando esa puerta se abrió. La cámara frigorífica mostraba su interior. Y ahí estaba. Justo sobre una de las planchas. Retorcido como si le doliera algo. Cuando se deslizó lo comprobé.

La expresión de su cara lo decía todo. Pareciera como si luchara por su supervivencia. Por su sobrevivencia. Se eternizó como si quisiera lanzar un fuerte grito y al final suspirara. Nadie lo escuchó. Era imposible.

Algunas partes de su cuerpo los tiene cubiertos con restos de piel. En otras más claramente se aprecian sus huesos. Todavía conserva las uñas y dientes. Del interior del organismo no queda nada. Los roedores se lo comieron.

¿Que dónde lo encontraron? La respuesta cautiva. A 5 mil 160 metros de altura sobre el nivel del mar. Justo en el volcán más alto de México. Le llaman Citlaltépetl.

Unos alpinistas tropezaron con él. Y ahí, comenzó esta asombrosa historia.

Mi fascinación no terminó. Lo observé largamente. Tenía una fractura en una de las piernas. A tal grado que quedó doblada. Los antropólogos dicen que son fracturas comunes en accidentes o deslizamientos. Cuando uno choca contra un objeto.


Dudé que fuera alpinista. Y lo sigo dudando. Cuando lo encontraron su vestimenta no era digna de uno de ellos. Tenía un saco color azul marino con líneas verticales blancas. Camisa de vestir del mismo color. Dos pantalones, uno térmico y encima otro de vestir azul marino.

Dicen que el 25 de julio de 1998 hubo un accidente aéreo. Que ocho tripulantes de una aeronave del Estado Mayor Presidencial fallecieron cuando se desplomó en el Citlaltépetl. A la fecha nadie ha confirmado esa versión. Otros dicen que en 1999 una avioneta cayó también.

Relatos que envuelven de misticismo el hallazgo. Verdades sin confirmar. Y un cuerpo que fue testigo de algo. Nunca sabremos de qué.

Hay una mujer que dice ser su familiar. Increíble. Llegó de Guadalajara. Ya le aplican pruebas de ADN. Ahora solo resta esperar.

De no confirmarse la conexión entre ambos, el cuerpo permanecerá en el municipio de Chalchicomula de Sesma. Lo expondrán en un museo dedicado a los alpinistas. No sé si sea la mejor idea.

De lo que sí estoy seguro es que hubo un día. Un sólo un día. Difícilmente se repetirá. El día que la momia me cautivó.

miércoles, 10 de junio de 2015

Décalogo para ser buen periodista según la agencia EFE



Raúl Cortés Fernández, Director en México de EFE

Por: Abraham Torres


Hace algunos días me concedieron el honor de presentar al español Raúl Cortés Fernández, Director en México de la agencia EFE, en una conferencia que dictó con motivo de la exposición EFE 75 Años en Fotografías", en el Museo Erasto Cortés, en la ciudad de Puebla. 

Ante un público juvenil, Cortés Fernández reflexionó sobre la forma en que ha cambiado el periodismo, las diversas facetas divergentes que toma y lo complejo que, por momentos, se vuelve entender los nuevos modelos narrativos.

"Lo único que no cambia es la forma de hacer periodismo, de hacer buen periodismo", dijo tajante.

Enumeró 10 elementos que logran hacer a un buen periodista. Vale la pena compartirlos.

1) Pasión. Nos tiene que gustar contar historias. Debemos estar pendientes de lo que sucede a nuestro alrededor para poder plasmarlo en una pieza periodística.

2) Honestidad. Tener claramente definida la forma en la que nos enfrentamos a la noticia y contrastarla con la realidad. Utilizar la información correcta, certera y verificada.

3) Conocer el mundo. Si no está en nuestras posibilidades viajar, hacerlo a través de las letras, de las noticias internacionales y reflexiones de expertos en temas mundiales.

4) Dominio de la lengua. La analogía es la de una modelo. No puede estar desarrapada porque se dedica a lucir la ropa. De igual forma nosotros nos dedicamos a lucir el lenguaje. La lengua es nuestra herramienta diaria de trabajo y hay que cuidarla.

5) Experiencia. Es básico.

6) Capacidad de sorprenderse. Hay que ilusionarnos diariamente con nuestras asignaciones y sobre todo con las historias que vamos a contar para que los lectores, televidentes o radioescuchas las deleiten.

7) Descaro. No hay que tener miedo. No podemos ser timoratos en esta profesión.

8) Superar prejuicios. En algún momento de nuestra profesión debemos tocar temas que nos podrán afectar. Debemos superarlo.

9) Tenacidad. Siempre debemos estar dispuestos a estar muchas horas a la espera para obtener la información. En muchas ocasiones, esta es la clave para contar una buena historia.

10) Sentido crítico. Siempre debemos de buscarle los tres pies al gato, haciendo alusión a la expresión en sentido contrario. Analizar diversos puntos de vista y una vez encontrados los tres pies, hemos encontrado esas buenas historias que gustan a los lectores.

En los comentarios finales, me permití añadir un punto más que fue el ser periodistas multimedia. Ahondar en el periodismo digital y las nuevas herramientas que nos permiten potenciar la profesión del periodismo. 

Estar inmersos en las redes sociales y la generación de comunidades para compartir contenidos de mayor calidad y con mejor profundidad.

Al final, como bien dice Raúl Cortés, lo único que no cambia es la forma de hacer periodismo, de hacer buen periodismo.

viernes, 5 de junio de 2015

Este es un diario íntimo que podría convertirse en un arma de muerte

Por: Abraham Torres

Como cada viernes les comparto un extracto del libro "autocensura", la bitácora de vida de un reportero, su nombre: Saulo. 

Es fin de semana, gracias a Dios o, mejor dicho, fin de semana a secas: a ver qué nos depara el destino (con la ayuda del mero “Jefe” que está en los cielos, claro está).

Pensaba que a estas alturas ya podría salir a tomar unos tragos en algún bar, de esos que abundan en la ciudad. No es así. Todavía no me siento con la suficiente confianza de circular por las calles de San Sebastián durante las noches. ¿Que cuál es la razón? Si respondiera de inmediato diría que es la ola de violencia que sigue acechando a este municipio.

Tan sólo ayer por la tarde, a plena luz del día, ejecutaron a cuatro elementos de la Gendarmería. Fueron más de treinta casquillos percutidos los encontrados en el lugar. Todos de “cuernos de chivo”. Y a ésa, hay que agregarle una más: fue en la esquina de donde vivo o, más bien, de donde vivía, porque sirva de paso decir que los infelices encargados del hotel me cambiaron a otro de la misma empresa, “que porque ya tenían todas las habitaciones rentadas para este fin de semana desde hace mucho...” ¡Puras patrañas! Y yo que pensaba que por las tardes era más fácil y tranquila la vida aquí... Me equivoqué, y tremendamente.

Es un desacierto que no se me va a olvidar.

Elementos ejecutados por los narcotraficantes.

He ido comprobando que para los “narcos” no hay tiempo ni espacio; no hay nada... No tienen reglas, sólo una encomienda que deben cumplir a la hora que sea, en el lugar que sea: aniquilar a sus objetivos.
Lo que más impacta es la forma tan precisa, callada y minuciosa en la que llevan a cabo las ejecuciones. Nunca pensé que estaría escribiendo sobre esto, sobre lo que he visto y sentido en torno a este tema.

Ellos, aunque duela decirlo, son los “amos y señores” de San Sebastián. Entre ellos se matan; entre ellos se pelean y se disputan el poder. No hay mayor autoridad que “los que no tienen nombre”. Nosotros, los que no tenemos nada que ver en sus asuntos y que sólo somos observadores, no deseamos que en algún tiroteo nos toque alguna bala perdida que acabe con nuestras vidas.

Aquí no existe otra ley más que la de no otear a nadie mientras manejas, no presionar el claxon cuando los carros te hacen una mala jugada. Tampoco hay que hablar de temas censurados en los lugares públicos y cerrados. Y, lo peor de todo, lo que más me duele, es la ley de la autocensura periodística.

Elementos policiacos en un operativo.

Por ejemplo, ahora, en este mismo instante, mientras escribo estas notas, no me atrevo a mencionar fechas reales, ni lugares, ni nombres ni nada que se le parezca. Es un diario íntimo que podría convertirse en un arma de muerte.

Eso es lo que más “cala”, porque no se le puede decir a la gente lo que realmente pasa, porque tienes que falsear datos o no publicarlos, porque a pesar de que tú, reportero, sabes quiénes son los responsables de algunas muertes y tienes nombres y domicilios... Es ahí cuando la ley del narcotráfico se hace tan presente y cuando se impone.
Éste es un trabajo difícil, de mucha dedicación y también de precisión. Un error puede costarte la vida o, de perdida, un “levantón” que te deja medio muerto.

En el periódico cuidan mucho a los reporteros: físicamente, con chalecos antibalas y, en la edición, no se publican los nombres de los reporteros ni de los fotógrafos relacionados con notas sobre aquel tema.


Más adelante platicaré acerca de un personaje que ronda por el periódico, no se lo ve diario. Únicamente acude a la redacción cuando hay ejecutados. Lo apodan “W.” Es un reportero que dicen es el enlace directo entre los malos y los dueños del periódico en el que trabajo. Es el encargado de decir a los reporteros si deben cubrir o no tal o cual ejecución; obviamente, por mandato de los malos. Es uno que dice ser “reportero” y que nunca podrá salir de esa mafia. Sólo existe un camino para dejar todo a un lado y ése es la muerte...

lunes, 1 de junio de 2015

Los periodismos con futuro

Ramón Salaverría participando en un coloquio en Austin, Texas.

Por: Abraham Torres


Hace un par de meses tuve la oportunidad de conocer a Ramón Salaverría en Austin, Texas.

Es Doctor en Periodismo por la Universidad de Navarra, donde es Profesor Titular de Periodismo. 

Está especializado en la investigación sobre ciberperiodismo y medios digitales, temas en los que es un investigador muy referenciado.

Uno de los grandes aportes que le he visto, entre otros muchos, es el Informe sobre el periodismo en 2014 y sus tendencias que aparece en el número 29 de Cuadernos de Periodistas, revista de la Asociación de la Prensa de Madrid.

Y aunque ya estamos iniciando el sexto mes del año 2015, es bueno traerlo al presente, sobre todo un apartado donde refiere las grandes bondades del futuro del periodismo. 


Ramón explica que junto con la importancia creciente de los móviles, en 2014 han despuntado otras tendencias quizá menos potentes, aunque igualmente destacables. Estos vectores bien podrían determinar la evolución de importantes áreas del periodismo en los próximos años. 

Estas son las seis tendencias más destacadas. 



1. Periodismo de datos

Ramón Salaverría explica que la investigación periodística apoyada en bases de datos, completada con la visualización infográfica de esa información, constituye una clara tendencia en alza. El moderno periodismo de datos –expresión un tanto tautológica, para qué negarlo– hunde sus raíces en técnicas periodísticas con muchos años de recorrido. Sin embargo, gracias al reciente desarrollo de múltiples tecnologías digitales para el tratamiento y mostración de datos, el interés por este tipo de periodismo se ha reforzado notablemente.
De hecho, su presencia es cada vez más habitual tanto en el seno de grandes medios como entre organizaciones periodísticas independientes. 

2. Periodismo de gran formato 

En internet, cada vez hay más medios convencidos de que hay hueco para el periodismo de largo aliento o, por emplear el término anglosajón, el longform journalism.
El investigador español señala que en los últimos tiempos –especialmente, desde que NYTimes.com publicara en diciembre de 2012 su conocido reportaje “Snow Fall”–, cada vez más medios se han apuntado a la moda de contar informaciones con calma y espacio generoso. La vuelta al periodismo narrativo parece ganar enteros y promete interesantes desarrollos en el futuro.


Reportaje del NYTimes.com

3. Periodismo hi-tech

Noticias escritas por robots, vídeos grabados desde drones, escenas informativas generadas mediante técnicas de realidad virtual. Todo esto ya existe y en los países anglosajones hasta tiene nombre: robo-journalism.
Para Salaverría esta modalidad de periodismo ha cobrado fuerza durante 2014. Ha habido múltiples ejemplos. En marzo, el diario Los Angeles Times publicó una noticia de última hora sobre un terremoto en la ciudad, escrita automáticamente por un programa algorítmico, sin intervención humana. La noticia se publicó de manera automática e inmediata, y se situó en portada, alcanzando un tráfico considerable. En otras palabras: un robot escribió la primicia de primera página.

De acuerdo con Ramón el uso de estas tecnologías punteras para la captación y tratamiento de contenidos informativos traerá novedades importantes al periodismo, si no a corto, desde luego a medio y largo plazo. 


4. Periodismo viral
 

Se refiere al uso intensivo de las redes sociales con fines periodísticos. Al igual que ocurrió hace unos años con los blogs, tras un periodo de asimilación no exento de recelos, los medios se han lanzado con entusiasmo a competir en las redes sociales. En ellas han hallado no solo una copiosa fuente de información, sino sobre todo una eficaz plataforma de marketing corporativo y personal.
El Doctor en Periodismo por la Universidad de Navarra pone un ejemplo claro: Buzzfeed. 

Su impresionante éxito de audiencia (150 millones de usuarios mensuales) y empresarial (en agosto alcanzó una valoración de 850 millones de dólares) ha situado en 2014 todos los focos de la industria periodística en este medio. 

El modelo editorial de este medio encaja como un guante en las redes sociales: proporcionar noticias ligeras, contenidos de entretenimiento y vídeos, orientados a provocar en la gente un deseo irrefrenable de hacer clic. 

Un medio que ha sabido explotar las redes sociales


 5. Periodismo global


Para un número creciente de publicaciones digitales, la consigna es clara: hay que ser global, explica Salaverría en su informe.

La apuesta por el liderazgo global en el periodismo se remonta, por descontado, a épocas anteriores a internet. Ya en 1980, la cadena de televisión CNN nació precisamente con ese objetivo. 

Con anterioridad, otras grandes corporaciones audiovisuales (especialmente, BBC y Voice of America) y algunas revistas (The Economist, National Geographic y Time, entre otras) habían orientado asimismo su actividad hacia el mercado internacional. 

Sin embargo, hoy día vivimos una segunda etapa de apuesta por lo global, protagonizada en este caso por los medios de internet.

El medio que se ha volcado con mayor entusiasmo y éxito por este modelo ha sido The Huffington Post. Lanzado en 2005, nueve años después dispone de ocho ediciones metropolitanas en otras tantas ciudades de Estados Unidos y diez ediciones nacionales, incluida la de España desde 2012. No es un caso aisla- do. La web británica The Local ha tejido también una red de medios digitales en inglés a lo largo de ocho países europeos, incluido España desde 2013.

La tendencia alcanza también a medios digitales con matriz impresa. The New York Times cuenta ya con tres ediciones en la red: una para Estados Unidos; otra internacional, fruto de la absorción en 2013 del International Herald Tribune, y otra en chino. Por su parte, el británico The Guardian dispone de edi- ciones digitales específicas para el Reino Unido, Estados Unidos y Australia. En Alemania, el semanario Der Spiegel cuenta también con una edición en inglés, denominada Spiegel Online International. 


Un ejemplo claro de la globalización periodística


6. Periodismo de laboratorio


Aunque no haya surgido en 2014, una última tendencia que ha cobrado fuerza consiste en la implantación de laboratorios de innovación en el seno de los medios. 

Ramón Salaverría señala que desde comienzos de esta década, medios internacionales de referencia –The New York Times, The Washington Post, The Boston Globe, BBC, AFP y The Huffington Post, entre otros– comenzaron a abrir, sin apenas fanfarria publicitaria, unidades internas para la experimentación y desarrollo de productos y servicios, especialmente en el ámbito digital. En 2014, más medios de renombre se han sumado a esta tendencia; por ejemplo, The Guardian

En el actual mercado periodístico –en el que, por un lado, muchos medios di- gitales siguen sin construir un modelo económicamente sostenible y, por otro, los medios clásicos ven cómo su modelo de negocio tradicional se derrumba–, se ha hecho imprescindible innovar. 

Los medios necesitan idear nuevas fórmulas editoriales, tecnologías, lenguajes, modos de conectar con el público. Para esto, los laboratorios se están demostrando una herramienta útil. 

Nosotros tenemos la última palabra y veremos cómo se comportan los medios de comunicación tradicionales y digitales. Nos esperan grandes cosas en los meses que faltan para que concluya este 2015.



  

viernes, 29 de mayo de 2015

He llegado a pensar que dejé el cielo por el infierno

Portada del Libro "Autocensura".

Por: Abraham Torres


Quisiera compartir con ustedes cada viernes, un extracto del libro autocensura escrito en el 2006 y presentado hasta el 2014. 

Sentir el miedo a la violencia, presenciar la muer­te y el temor a la venganza son las características que defi­nen la vida de las personas que se atreven a ser observa­doras y cronistas de las actividades delictivas del narcotráfico, como el autor de este libro, quien ha optado por utilizar el seudónimo Saulo.

Este libro ofrece al lector las reflexiones de Saulo sobre su aventura verídica, aunque autocensurada por razones obvias, en tierras donde abunda el delito. Esas experiencias pusieron en riesgo su vida y produjeron un cambio profundo en él.

Es importante informar al lector que los nombres de lugares y personas se han modificado, pero los hechos y las fotografías pertenecen a casos reales. El autor sabe que mantener la seguridad y la vida es fundamental, a pe­sar de su deseo de reportar sin censura.

El lector encontrará en estas páginas la experiencia de Saulo sobre el problema del narcotráfico y podrá ver desde otra perspectiva el riesgo que corren las personas cuyo interés es narrar la verdad a la sociedad. Las leyes de libertad de expresión son palabras en códigos legales que, en esencia, no pueden salvaguardar la vida. 

Aquí una parte inicial de las vivencias.

14 de enero
La entonces llamada Policía Federal Preventiva.

Hoy se cumplen tres días desde de mi llegada a, digamos, San Sebastián, por decir un nombre de una ciudad fronteriza a la cual debo encontrarle el modo, porque aquí viviré por lo menos un año; un año que pienso será duro, difícil y con muchas adversidades para llevar a cabo mi trabajo con profesionalismo, debido a las pugnas que existen entre y con los narcotraficantes.

Si no mal recuerdo, ayer fue la primera noche en la que pude dormir; de por sí, el hotel en el que me estoy quedando no es el mejor que digamos y no ayuda mucho al descanso personal.

Fue una noche en la que incluso soñé. Llegué rendido y con ganas de que me abrazara la noche. Lo conseguí.

A tan pocos días de estancia con los sansebastianenses, me ha tocado enterarme y leer que han sido ejecutadas más de ocho personas. Una de ellas era colaboradora de un medio informativo; otros, elementos policiacos y dos más, una pareja, por cierto joven, que desafortunadamente tenía deudas con la mafia.

Hablar de San Sebastián es hablar de droga, de muertes, de inseguridad, de desconfianza total en las personas; son sentimientos que se arraigaron desde no sé qué día de enero de dos mil algo cuando un convoy de más de media docena de camionetas llegó a esta ciudad para quedarse. Todas esas personas son conocidas como los malos. Me callo el nombre, no vaya a ser la de malas.

Desafortunadamente son más cosas malas que buenas de las que ahora puedo hablar. En la calle se res­pira temor. Si llegas a un lugar, no puedes hablar del “narco”, de droga y, mucho menos, exponer hipótesis o conjeturas que se tengan sobre esos temas.

Los narcotraficantes tienen comprado a medio mundo aquí; no sabes si el taquero de la esquina de donde está el periódico, el que vende los diarios en los cruceros, el funcionario municipal, el agente aduanal o el policía aquel es alguno de ellos u “oreja” de los gánsteres de San Sebastián.

La lucha entre los cárteles de la droga.

Por lo que he sabido, existen dos grupos que quieren lograr el control sobre la totalidad de la franja fronteriza; unos vienen del poniente y los otros provienen del centro. Entre ellos se disputan el territorio. Hay un grupo más, que todavía no está bien identificado, al menos yo no lo sé, que está internándose poco a poco aquí, lo que pone de manifiesto que los “plomazos” no van a terminar en un buen rato.

***

Una lucha encarnizada entre el narcotráfico.

Hablar de mi bienvenida ya no tiene mucha relevancia. Basta decir que muy difícilmente se me va a olvidar el día que escuché los balazos muy cerca de donde me encontraba. Fue la primera vez que el oído se me agudizó para saber a ciencia cierta que se trataba de detonaciones de arma de fuego. Para ser honesto, durante los días que he vivido aquí, he tenido un sentimiento de miedo, de inseguridad... He llegado a pensar que dejé el cielo por el infierno.

Sin embargo, mi labor de reportero es lo que me motiva a seguir adelante. Me gusta mi profesión, me gusta lo que hago y no lo pienso abandonar... Me ha quedado muy claro que mientras uno no se meta con aquellas personas, no pasa nada. Me reconforta mucho encontrar en la calle a los niños que regresan del colegio por las tardes, a las amas de casa, a los profesionistas y a las familias completas que salen a divertirse los fines de semana. Eso me da un respiro para pensar que puedo seguir viviendo en esta ciudad de una manera pacífica o, al menos, con un poco más de tranquilidad.
Espero que con el paso del tiempo las ideas se vayan asentando y las dudas disipando. Por lo pronto, pido a Dios y a la Virgen su protección para seguir adelante en este camino.



miércoles, 27 de mayo de 2015

Seis premisas del periodismo digital


Asistentes al ISOJ 2015

Por: Abraham Torres


Mucho se habla de la trascendencia del periodismo digital en nuestras vidas. Algunos auguran el inminente cierre de las redacciones de papel. 
Otros más configuran la agenda a una convivencia entre el mundo impreso y el mundo virtual.
Los que nos dedicamos a esta profesión debemos tener en cuenta algunos elementos fundamentales a la hora de explorar nuevas narrativas a través de medios digitales. 

En diversos foros de análisis con profesionales del periodismo digital, se escuchan líneas comunicativas tendientes a la mejora continua de lo que diariamente leemos en portales de noticias, blogs y demás espacios en la web.


Comparto con ustedes algunas de las reflexiones que me dejó #ISOJ2015 en mi última visita a la ciudad de Austin, Texas. 

1) La esencia del periodismo es contar algo y contarlo bien. Hoy más que nunca la gente necesita buenas historias qué leer. Está dispuesta a leer y a ver narrativas de larga duración. Para ello, resulta fundamental que los periodistas digitales estén preparados con un mayor y mejor léxico que cautive a sus comunidades.

2) El enorme reto del periodista es que se sepa capaz de hacer muchas cosas y no acomplejarse por la tecnología. Son las generaciones jóvenes las que están abriendo brecha en este tenor. Las viejas redacciones comienzan a cimbrarse ante los cuestionamientos novedosos de los nuevos profesionales del periodismo que diariamente están ávidos de experimentar más y en nuevos formatos.  

3) Necesitamos más periodistas y periodismo que explica. Y para lograrlo necesitamos también nuevos medios que sirvan como foros de expresión. Las propias universidades deben de preparar a los futuros periodistas en los nuevos escenarios que se vislumbran. Trabajar más en un periodismo de datos, de investigación. Adentrarnos al periodismo inmersivo.


Discusión sobre el periodismo digital en ISOJ 2015

4) Buscamos conocer temas, explorarlos, desarrollarlos y ofrecerlos para que nos los compren. Las comunidades que vayamos creando estarán dispuestas a pagar por contenidos locales, únicos y especializados. Esa será la gran tarea del nuevo periodista. De esta manera podremos ir haciendo experimentos con muros de pago poroso y otras alternativas para financiar los proyectos emergentes de periodismo digital independiente. 

5) Debemos cambiar la nota diaria y la nota de declaraciones por un periodismo que explique el por qué suceden las cosas. Este es uno de los grandes pilares que sustenta el periodismo digital. Los lectores están dispuestos a pagar por contextos. No basta con la nota diaria. Para eso ya existen muchos medios de comunicación. Debemos escribir para explicar el por qué de las notas. Contextualizar al lector ante el bombardeo mediático que a diario leen y que únicamente informa el hecho. 

6) No conformarnos con lo que leemos, sino ofrecer una visión diferente de los hechos. El periodista digital debe tener una visión global. Aquellos que piensen que publicar la misma información impresa en su portal digital abona a un periodismo diferente están en un error. Estamos burlándonos del tiempo de los lectores. Se busca que a través de diversas plataformas sociales podamos interactuar con nuestra comunidad. La gestión de contenidos de calidad y con perfiles específicos se vuelve ahora un gran aliado de los periodistas digitales. 

Fotografías tomadas de UTKnightCenter